Pues sí, pasaron los Óscar. Y sí, la decepción de las nominadas, se transformó en repudia total hacia las premiadas. No voy a hablar de lo malas que fueron las de habla inglesa, porque es algo a lo que, desgraciadamente, ya me estoy acostumbrando. Pero sí que lo voy a hacer de las películas de animación.
Y es que La Academia se ha creado una categoría para hacer publicidad de las películas de Disney/Pixar, Dreamworks o cualquiera de sus productoras patrias . Por mi parte, es suficiente, al menos en este aspecto y, para ello, el siguiente ciclo será completamente dedicado a dicho género, con una selección de películas que quedaron fuera del concurso por la más que obvia mala praxis de los llamados profesionales del séptimo arte.
Así que, sin más pretensión que la de desacreditar para siempre el criterio cinematográfico del que se presume en los Estados Unidos, me despido hasta mayo, cuando terminemos este ciclo.
Un saludo.